LA BATERÍA DE SAN RAMÓN
La batería de Rodalquilar, también conocida como castillo de Santiago y de San Ramón, es una defensa construida durante el reinado de Carlos III para defender las playas de Rodalquilar y Las Negras. Fue proyectada por José Crame, que evaluó su coste en 200000 reales de vellón, siendo financiado por José Arias.
Se trataba de una batería para cuatro cañones dotada de un oficial, dos cabos y 16 soldados de la milicia urbana; además de un cabo y cuatro soldados pertenecientes a los inválidos de artillería y un guarda-almacén. En total 25 personas, además de la atención religiosa que sería cubierta por el capellán que tenía residencia fija en el castillo de San Pedro. En definitiva se trataba de un edificio complejo en el que combinaban una batería sobre terraplén a barbeta[1] en su fachada marítima con capilla, cuarteles, almacenes, oficinas y estancia común o servicios. Todos ellos organizados alrededor de un patio al que se accedía a través de un hornabeque[2] con barbacana[3], foso y puente levadizo, para evitar un golpe de mano desde tierra.
Era una de las diez que se habían de construir de nueva planta en el litoral del reino de Granada. Dichas baterías habrían de ser precedidas de barracas provisionales que servirían de refugio a la guarnición mientras se construían las respectivas fortalezas.
La obra de la batería se finalizó en 1768 y el edificio que se construyó estaba centrado en torno a un patio rectangular al que se accedía a través de una barbacana que complementaba el hornabeque y protegía el foso y puente levadizo que permitía el acceso a una portada sin resalte. El corredor abovedado existente entre dicho acceso y el patio servía también de acceso a la estancia del oficial y al calabozo. En la parte superior de dicho corredor de acceso del castillo de Rodalquilar aún se puede apreciar en el revestimiento de la fábrica la marca casi ilegible de una cartela que indicaba en caracteres cursivos el año de construcción de la fortaleza.
Desde el patio se accedía a la batería, que con sus cuatro cañones podía disuadir a cualquier navío hostil que se situara al alcance de sus disparos. La capilla y el cuartel de caballería están acabados en cubo o exedra, para una mayor eficacia de la fusilería en caso de ataque terrestre por alguno de los flancos del fuerte. Al lado de la capilla estaba el cuartel de los artilleros, la habitación del guarda almacén y los depósitos para pertrechos y pólvora. A continuación del cuartel de caballería, se situaba la caballeriza y pajar para siete caballos y el cuartel para la infantería. Además contaba con un aljibe en la puerta, fuera de la batería.
La batería se encuentra situada al pie del cerro por donde baja el camino de la costa, sobre unas lajas, a la orilla del mar. La figura de esta batería es la misma que la de Garrucha o Escobetas.
Lo cierto es que la obra empezó a dar pronto problemas ya que los materiales usados eran de muy baja calidad y se planeó una restauración general de toda la construcción sólo unos años después de haber sido finalizada. No se pudo llevar a cabo debido a la penuria de las arcas reales y el edificio cada vez se iba deteriorando más y con mayor rapidez, por lo que el gasto de su reparación también aumentaba.
Durante la guerra de la Independencia, fue ocupada alternativamente por personas sin refugio y por los cuerpos de policía para la vigilancia de la costa.
La batería fue vendida en pública subasta en 1875, durante el periodo que va desde la expulsión de Isabel II y la restauración de su hijo Alfonso XII en el trono español. Su precio de partida fue de 1.500 pesetas. El comprador fue Miguel García Blanes. Con posterioridad a su privatización, el castillo de Rodalquilar ha sido objeto de varias transacciones hasta llegar a su actual propietario, Alejandro Pérez Lastra, que a partir de 1977, acometió las obras necesarias para convertirlo en residencia habitable.
[1] Trozo de parapeto, ordinariamente en los ángulos de un bastión, destinado a que tire la artillería a descubierto.
[2] Fortificación exterior que se compone de dos medios baluartes trabados con una cortina. Sirve para lo mismo que las tenazas, pero es más fuerte, por defender los flancos mutuamente sus caras y la cortina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario