jueves, 21 de julio de 2011

HUEBRO: La Iglesia

HUEBRO: LA IGLESIA
En los albores del siglo XVI, en mayo de 1505, cuando se decide qué parroquias han de erigirse en el Obispado de Almería, el lugar de Huebro  se asignó a la parroquia de  Santa María de Nijar, permaneciendo así durante medio siglo hasta que  Antonio Corrionero Babilafuente , a principios de  su pontificado (1558-1570), dispuso que Huebro tuviera su propia parroquia.
El escudo episcopal del Obispo Corrionero presidió y preside la portada principal de esta pequeña  iglesia de cajón de tres tramos y de estilo mudéjar que casi una vez terminada su construcción fue olvidada y sumida en el abandono tras las sublevaciones y expulsiones de los moriscos con el consiguiente despoblamiento de Huebro . Durante mas de un siglo se produce el silencio, el vacío escrito, nada nos habla sobre  los asentamientos en la zona.
A finales del siglo XVII, en el correr del año 1690 se tiene noticia de que el pastor Sebastián de Parra, natural de  Dalias, trajo hasta Huebro la imagen de la Virgen del Rosario, convirtiéndose posteriormente en la patrona del lugar y dando origen a mas de una leyenda.    
Ya con el reinado de Carlos III, que tanto alegro y benefició a los vecinos de Nijar y alrededores, en el año 1773 se restauró la Iglesia de Huebro  aunque seguía servida por el clero de Nijar, hasta  que, con el pontificado de Fray Anselmo Rodriguez (1780-1798), se produjo su segregación.
En esa misma época, en 1787, el arquiteco del Obispado Juan Antonio Munar dirigió las obras de ampliación de la cabecera del templo, del bautisterio y el campanario.
La última restauración se ha terminado en el año que nos toca vivir y que se escriben estas líneas, 2011 y podemos decir que esta Iglesia continua siendo exponente de un tipo de iglesias-fortaleza muy características en Almería.
Una nave rectangular cubierta a dos vertientes con un tejado de teja, sostenida por contrafuertes exteriores que se corresponden con arcos interiores. A sus pies se levanta la torre fuerte prisma trapezoidal de mampostería, alojando el campanario cuadrangular de ladrillo  con arcos de medio punto a cada lado y cubierto por tejado a cuatro aguas de teja sobre armadura de madera.
Entre la torre y la nave se adosa  la capilla del bautisterio.  Al fondo a cabecera se amplía con la sacristía. El interior de la nave, dividido en tramos por cinco arcos fajones sobre pilares con imposta, se cubre con una sencilla armadura de pares de madera. El hastial de la capilla mayor se decora con un gran frontón triangular, apeado sobre pilastras dóricas, que alberga el arco donde se encuentra la imagen de la Virgen del Rosario, patrona de la parroquia. A los pies, se alza una tribuna sobre un alfarje de madera, sustentado por una gran viga sobre sendas zapatas. Bajo el coro, un simple dintel enmarca una puerta, que permite el acceso por los pies del templo. La entrada principal, cerca de la cabecera, se abre al lado izquierdo de la nave, con una escalinata que desemboca en un gran arco de medio punto con impostas, fabricado en sillería, sobre el que campea el escudo episcopal de don Antonio Corrionero. Esta portada hace esquina con la casa parroquial, adosada a esta zona del templo.


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