HUEBRO: EL AGUA Y LOS MOLINOS
Un manantial que surge de las rocas de las montañas de Huebro y que se canaliza por una acequia hasta una balsa, está con toda seguridad, en el origen de la existencia de esta población y de su prosperidad.
En esta comarca , la más pobre en lluvias de toda Europa con precipitaciones medias anuales de 250/300 mm., el agua es un tesoro tan importante que para su buen aprovechamiento y utilidad se idearon diferentes artilugios, entre los que los molinos hidráulicos tienen un especial interés .
La balsa de “La Zanja” recoge y almacena las aguas de este manantial listas para ser distribuidas a lo largo de los 4 Km. y 300 m. de desnivel que conforman este espléndido valle de huertos en terrazas y balates hasta llegar a Níjar.
Aunque no se ha encontrado documentación al respecto se cree que, al igual que el sistema de acequias que aun se conserva proviene de los moriscos, los molinos de agua tambien son herencia árabe.
Ayuda a corroborar la antigüedad de estos molinos tanto la toponimia de la zona, con nombres como El Barranco de los Molinos en Fuente Morillas, como el que estos artilugios de rodezno horizontal tipicos de Huebro son los mismos de los que se habla en la peninsula Iberica en la Edad Media.
Se llega a hablar de la existencia de 28 molinos harineros en el siglo XIX, según Madoz, que han ido decreciendo hasta llegar a 22 los últimos reseñados en catastros de propiedad. Los molinos pertenecían con frecuencia a clases sociales influyentes y eran arrendados. La importancia del cereal era tal en la época que su molienda aseguraba el sustento familiar. Los molinos de Huebro se han seguido arrendando teniendo noticias escritas de que en la postguerra un tal Diego Ramos Alarcón, maestro molinero, seguia “a medias” el molino del “tio Baldomero”.
El Molino de los Arcos conserva su maquinaria debido a que ha sido el último en dejar de funcionar, otros fueron desmantelados y abandonados y algun otro se utiliza como almacén o parte de la vivienda.
Las muelas, en algunos casos, se ven expuestas a la intemperie como mudos testigos de lo que fueron.
RESUMEN DEL FUNCIONAMIENTO DE UN MOLINO DE AGUA
1. El agua almacenada en la balsa se distribuye mediante una acequia o caz a lo largo del valle hasta Níjar; en algunos casos se construyeron acueductos para permitir la independencia en el lugar de emplazar el molino, así como para conseguir altura y disminuir las deficiencias de caudal.
2. Mediante la operación de “poner el tablón” o “levantar el tablón” se deja que el agua se dirija y alimente un molino o bien continue hacia el siguiente o valle abajo para ser utilizada para el riego.
3. El agua llegaba al molino conducida a través de la “ravera” y caia o se almacenaba en el cubo. Si la cantidad del caudal no eran suficientes se esperaba a que el depósito o cubo estuviese lleno para que la fuerza del agua pudiera impulsar y mover las ruedas.
4. En los molinos de la ribera de Huebro, todas las estrucutras son similares aunque puedan diferir en tamaño. Los cubos son la parte más sólida y por eso han perdurado más en el tiempo siendo el elemento mas observable hoy en día. En su construcción se utiliza el mortero y la mampostería y a veces la sillería.
5. En la base, por lo general subterránea, una cámara llamada bóveda o cárcavo, aloja la rueda horizontal o turbina, llamada rodezno y que es una caracteristica típica de los molinos de Huebro, tambien llamados molinos de rodezno.
6. El agua llega al cárcavo por la boca del saetillo que debido a su forma cónica permite que se acelere y golpee con fuerza sobre el rodezno mediante 24 alabes o cucharas, haciendo girar las piedras situadas sobre el pedestal.
7. El agua vuelve entonces a incorporarse a la acequia madre o al siguiente molino.
8. Estos molinos tienen solo dos piedras no necesitando mas debido al poco espacio e insuficiente caudal:
- La piedra inferior o solera es fija, plana y cortada por rayos por dónde sale el grano.
- La piedra superior o volandera es la que gira y reparte el grano que llega a las ruedas mediante la tolva o tahona.
9. Un artilugio llamado faldón cubre las piedras para que no se pierda ni el grano ni la harina molida que cae a una cesta de esparto o cajones, también llamado harinal.
10. De la graduación en la separación de las piedras dependía el grosor de la harina. El grosor de la molienda de los molinos de Huebro era muy apreciado por su finura.
11. La cabria era el artilugio que permitia levantar la piedra volandera para permitir su reparación o mantenimiento.
12. Por último mencionar, y valga la redundancia, que el último molino en funcionamiento fué el Molino de los Arcos, parandose definitivamente en l972.
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